Origen

Desde las tierras de Oaxaca, Mezcal MUR nace entre el humo de los hornos bajo tierra, la ancestral piedra tahona muele el suave agave cocido, con un olor dulce y ahumado que llega hasta las ollas de destilación de cobre. Mezcal MUR es un destilado joven hecho 100% con maguey espadín, las hojas de este agave asemejan espadas que protegen a la piña y normalmente tarda entre 7 y 10 años en madurar.

MUR es un homenaje a una especia única para nuestro planeta: el murciélago. En cada ciclo de la tierra, miles de murciélagos dejan sus cuevas para buscar el néctar de la flor de agave, el quiote. Así recorren grandes distancias en un viaje que poliniza los campos, pieza clave para el crecimiento de los cultivos del agave en México.

Un secreto guardado bajo tierra.

Todo comienza como un secreto guardado bajo tierra, con la cocción lenta de las piñas en un horno de piedra que crea el perfil ahumado del mezcal. Las piñas se cuecen durante varios días, el olor dulce del agave cocido delata lo que se esconde bajo tierra: el corazón de Mezcal MUR.

Tiempo al tiempo.

No es el fin por lo que vale la pena vivir, sino el proceso. Después de la fase de molienda, el bagazo se coloca en tinas de roble que guardan pacientemente la fermentación del agave cocido sin añadir ningún químico, sólo agua, dejando que la fermentación suceda de forma 100% natural como se ha hecho desde siempre.

Del campo a la barra...

Conservando el sabor hasta la última gota. El bagazo fermentado se coloca en alambiques de cobre para seguir un proceso de destilación artesanal. El cobre cuida el sabor de MUR durante dos momentos de destilación donde nuestro mezcal se purifica.

Entonces está listo para ser degustado...

Más allá de la degustación, del placer inmediato en el paladar, el mezcal esconde secretos, símbolos, significados: en él se expresa una sociedad, una cultura y una visión de mundo.